Los gatos son tan lindos que los humanos los han tenido como mascotas durante miles de años. Cuando se trata de gatos salvajes, muchos comienzan como gatitos adorables y luego crecen hasta convertirse en adultos intimidantemente grandes. Algunos gatos salvajes, sin embargo, permanecen pequeños de por vida, manteniendo su factor de ternura.
Algunos de los gatos salvajes más pequeños son:
Gato con manchas oxidadas
Gato con manchas oxidadas.
Felino / Shutterstock
Prionailurus rubiginoso Es incluso más pequeño que un gato doméstico, con un cuerpo de sólo 13 a 19 pulgadas (35 a 48 centímetros) de largo, una altura de 8 pulgadas (20 centímetros) y un peso de 2,2 a 3,5 libras (1 a 1,6 kilogramos).
Puede que sea lindo, pero el gato con manchas oxidadas es un cazador formidable. La especie se alimenta principalmente de pequeños roedores, pero se sabe que esta pequeña criatura ataca a las gacelas.
gato de arena
Gato de arena.
Christophe Lehenaff/Getty Images
Felis margarita es adorable no sólo por su diminuta estatura (de 18 a 22,5 pulgadas o de 45 a 57 centímetros de largo y de 3 a 7,5 libras o de 1 a 3,5 kilogramos de peso), sino también por su cara ancha y sus enormes ojos, que le dan al gato de arena ese aire de “bebé”. “mirada de cara”. ¡Y no olvidemos su pelaje aterciopelado!
Los gatos de arena viven en algunos de los climas más secos del mundo: el desierto del Sahara, la Península Arábiga y partes de Asia Central.
kodkod
Kodkod.
tya.studio / Shutterstock
leopardo guigna, también conocido como guiña, es el felino más pequeño de toda Centro y Sudamérica. Vive en Argentina y Chile y parece un leopardo diminuto. Estos pequeños animales miden sólo entre 37 y 56 centímetros (14,5 y 22 pulgadas) de largo y pesan entre 1,5 y 3 kilogramos (3,3 y 6,6 libras).
Gato de patas negras
Gato de patas negras.
Mark Newman/Getty Images
Felis nigripes del sur de África es el felino más pequeño del continente, mide 20 centímetros (8 pulgadas) de alto, 36 a 52 centímetros (14 a 20 pulgadas) de largo y pesa entre 1 y 2,5 kilogramos (2,2 a 5,5 libras). Según una leyenda local, los gatos de patas negras pueden derribar a una jirafa.