720p frente a 1080p: lo que necesita saber sobre las resoluciones HD

La resolución de la pantalla no es lo único que marcará la diferencia en su experiencia visual. El rango dinámico, el contraste y la calidad del color influyen. Si bien ha habido una tendencia general a incluir tantos píxeles como sea posible en las pantallas de televisión, también ha habido actualizaciones en otras áreas.

1. Tamaño de pantalla

Una pantalla más grande puede contener más información visual y es por eso que las pantallas más grandes tienden a tener capacidad 4K. La desventaja es que con contenido de video “estándar” (por ejemplo, calidad DVD, ni siquiera Blu-ray) la imagen en la pantalla no se verá tan bien.

Para admitir una pantalla tan grande, necesitará material fuente de alta resolución.

2. Relaciones de aspecto

Hoy en día, gran parte del vídeo que se transmite o se ve por cable está en formato 16:9. Esto significa que es una imagen rectangular, alargada, y la mayoría de los televisores tienen la forma que mejor se adapta a esa forma.

Sin embargo, la relación de aspecto de varios programas y películas a veces es diferente, lo que significa que puede haber espacio no utilizado en la parte superior o en los lados de la pantalla (generalmente barras negras).

3. Luz de fondo

Los televisores de última generación utilizan tecnología LED y OLED, lo que permite un grado de iluminación detrás de la pantalla muy preciso. Esto ayuda enormemente con la calidad y el contraste del color (manteniendo el equilibrio adecuado entre las partes claras y oscuras de la imagen).